La relación con “Jessica” le salió por un millón de dólares.
En un artículo de Forbes, un hombre describió cómo conoció a “Jessica” en Internet.i Su amistad comenzó enseguida. Resulta que “Jessica” sabía escucharlo; sobre todo cuando hablaba de los momentos difíciles por los que estaba pasando. Él compartió en chats de WhatsApp los problemas que tenía para mantener a su familia y a su padre enfermo.
No es difícil imaginar lo que ocurrió. Efectivamente, detrás de “Jessica” había un estafador. Sin embargo, esta estafa suponía un nuevo giro de un conocido timo. El hombre fue víctima de un tipo de estafa conocido como “pig butchering” (literalmente “matanza de cerdos”), que combina largas cadenas de mensajes, criptomonedas y falsas oportunidades de inversión.
Muchas de las víctimas lo pierden todo.
La víctima de “Jessica” analizó la estafa, cómo funcionaba y cómo se dejó engañar. Comenzaba con un mensaje de texto de presentación enviado en octubre, que acabó convirtiéndose en una transcripción de WhatsApp de 271 000 palabras. En este mensaje la víctima hablaba de sus problemas familiares y financieros.
Entonces, “Jessica” le dio esperanza. Inversiones para ganar dinero rápido.
“Jessica” le guio para que realizara varias transacciones en una aplicación que previamente le había aconsejado que descargara. Al principio eran pequeñas inversiones y con el tiempo iban aumentando. “Jessica” necesitaba que él, a pesar de sus reservas, invirtiera cada vez más. Y, al seguir exactamente sus indicaciones, su saldo crecía y crecía.
Pero entonces, saltó la trampa. Dos veces. En noviembre, se conectó a la aplicación y vio que tenía un saldo negativo de cerca de medio millón de dólares. “Jessica” le aseguró que podría recuperar ese importe y algo más, y le animó a pedir dinero prestado. Y así lo hizo. Pidió un préstamo a su banco y otro a un amigo de la infancia.
Pronto volvió a tener casi 2 millones de dólares. O eso creía. En diciembre, volvió a entrar en la aplicación y vio un saldo negativo de 1 millón de dólares. Tanto sus ahorros como el dinero prestado habían desaparecido, acabando directamente en manos de los estafadores. Durante este tiempo ellos habían manipulado la aplicación mediante un complemento que fabricaba resultados financieros falsos. Las enormes ganancias de la víctima eran en realidad ingentes pérdidas.
Esta persona no es ni mucho menos la única víctima de estafas “pig butchering”. El año pasado te contamos la historia de “Leslie”, una jubilada que fue víctima de otra modalidad de la misma estafa. Un supuesto amigo que había conocido en Internet le aconsejó que invirtiera sus fondos de jubilación para obtener una mejor rentabilidad. En poco tiempo, esta señora jubilada, solitaria pero inteligente, había perdido 100 000 dólares.
Estas víctimas se cuentan entre los miles de personas que caen cada año en la trampa de estas estafas. El problema es de alcance mundial y cuesta miles de millones de dólares cada año. Sin embargo, aunque se trata de un nuevo tipo de estafa, usa algunos trucos antiguos para conseguir que la gente ceda su dinero.
Dicho esto, las estafas de matanza de cerdos se pueden evitar. La concienciación es fundamental, junto con otras medidas que pueden tomarse para evitar que nos veamos afectados.
¿Qué es una estafa de matanza de cerdos?
Es un timo con un nombre bastante gráfico. Al igual que en las explotaciones ganaderas se crían cerdos para obtener ganancias, los estafadores fomentan relaciones duraderas con sus víctimas para conseguir beneficios económicos. Comienzan por recibir pequeñas cantidades de dinero, que van aumentando a lo largo del tiempo, hasta que finalmente cuando han “engordado” a la víctima, la “matan” para conseguir una última suma descomunal. El término (“pig butchering”, en inglés) parece tener su origen en la expresión china zhu zai, que significa “sacrificar un cerdo”.
Lo que diferencia a estas estafas de las de tipo romántico, las que tienen a ancianos como víctimas y otras clases de fraudes es el empleo de criptomoneda. Los estafadores convencen a sus víctimas para que inviertan en empresas aparentemente rentables, ya que supuestamente ellos mismos han hecho las mismas inversiones con gran éxito. Las víctimas copian esas inversiones, pero el “mercado” está manipulado. Mediante el empleo de sitios y aplicaciones falsos, los estafadores muestran grandes ganancias, que aparecen en la pantalla simuladas. En cambio, el dinero va directamente a sus bolsillos.
La estafa sigue un guión, que “Jessica” interpretó al pie de la letra. Estos son los pasos.
Empieza de forma bastante inocente. Un mensaje de texto en el teléfono, una nota en una aplicación de mensajería o un mensaje directo en las redes sociales que llega así de improviso a la víctima. Es de alguien que no conoce y puede que le haga una pregunta sencilla, como…
“¿Eres Juan? Nos vimos en el campo de golf la semana pasada y tengo el palo extra que dije que te daría”.
“Hola, Sally. Soy yo. Siento no poder ir a la comida hoy. ¿Podemos quedar en otro momento?”
O incluso algo tan sencillo como...
“Hola”.
Estos SMS y mensajes de “número equivocado” no son en absoluto involuntarios. En algunos casos, las víctimas son elegidas al azar. Se envían series de SMS y mensajes a un amplio público, con la esperanza de que algunas víctimas potenciales respondan.
Sin embargo, en general, las víctimas se seleccionan, e investigan, cuidadosamente. Los estafadores trabajan con un dossier de información recopilada sobre la víctima, lleno de chismes extraídos de su información en Internet y de sus perfiles en redes sociales. ¿Quién elabora esos expedientes? A menudo, se trata de una gran red de delincuencia organizada. El estafador que hay detrás de los mensajes es solo una parte de una maquinaria mucho mayor, de la que hablaremos más adelante.
Con esa información en la mano, los estafadores ya tienen por dónde empezar.
Tras presentarse, el estafador inicia una conversación. Con el tiempo, las conversaciones son cada vez más personales. Y esos toques personales engañan a la gente para ganarse su confianza. Los estafadores se hacen pasar por otra persona, como “Jessica”, y dejan caer comentarios sobre intereses comunes o antecedentes familiares parecidos. Cualquier cosa que sea suficiente para intrigar a la víctima y conseguir que siga charlando.
A partir de ahí, los estafadores ponen en marcha el timo para ir generando confianza en las víctimas poco a poco. Normalmente la relación se va volviendo vez más personal. El estafador sonsaca a la víctima más y más datos sobre su vida. Qué le preocupa. Cuáles son sus sueños. Y en los casos en los que la estafa toma un cariz romántico, cómo construirán una vida juntos.
Entonces, entra en juego el dinero.
Una vez que conocen bien a sus víctimas y sus vidas, los estafadores lanzan indirectas sobre oportunidades de inversión con grandes beneficios. El estafador rara vez coge el dinero él mismo. De hecho, casi siempre insisten en que sea la propia víctima quien lo entregue. Lo que hacen es convencerla para que utilice aplicaciones falsas que parecen ser compatibles con una plataforma de inversiones legítima. Sin embargo, no es así. Estas aplicaciones actúan como línea directa con la red para la que trabaja el estafador, de manera que el dinero acaba directamente en sus bolsillos.
Mientras tanto, lo que ven las víctimas es totalmente distinto. Los estafadores les dan instrucciones detalladas sobre qué invertir y dónde, y cómo realizar transacciones con criptomoneda. Al principio las sumas son pequeñas: 5000 o 10 000 dólares. La víctima se registra en su nueva “app” de inversión y ve una gran ganancia. El proceso se repite y las sumas se van engrosando proverbialmente.
Finalmente, la verdad sale a la luz. Las víctimas se topan de lleno con la dura realidad cuando intentan transferir su criptomoneda fuera de su aplicación. No pueden hacerlo. En la cuenta no hay nada. Los estafadores manipularon la información de esa aplicación falsa. Todas las inversiones, todo el historial de transacciones y todas las ganancias, todo es falso.
Y como usaron criptomoneda para el trabajo sucio, ese dinero ha desaparecido. Es prácticamente ilocalizable y prácticamente imposible de recuperar.
Está claro que “Jessica” siguió esta estafa al pie de la letra. Sin embargo, es muy probable que no trabajara sola.
Estafas de matanza de cerdos y crimen organizado
El crimen organizado está detrás de la inmensa mayoría de las estafas de matanza de cerdos.
En Estados Unidos el FBI señala varias operaciones de estafas de matanza de cerdos a gran escala, centradas sobre todo en el sudeste asiático.ii Otros hallazgos apuntan a operaciones en Nigeria, donde miles de “Yahoo Boys” lanzan mensajes románticos en otra modalidad de esta estafa.iii
Por otro lado, un informe especial de Reuters siguió el rastro de 9 millones de dólares hasta una cuenta registrada a nombre de un representante bien relacionado, de un grupo comercial chino en Tailandia, lo que podía ser indicio de una confabulación y un fraude aún mayores.
Se trata de grandes estafas, respaldadas por redes de alto nivel. Y, por lo tanto, se gestionan como corresponde.
Cuentan con equipos de desarrollo y de diseño para crear aplicaciones financieras de aspecto legítimo. Usan incluso artificios de grandes empresas legítimas, como servicio de soporte y atención al cliente, departamento de contabilidad y otros similares para gestionar las transacciones. Además, disponen de agentes en primera línea, que son las personas que envían los SMS y mensajes.
Sin embargo, muchos de estos estafadores de primera línea actúan en contra su voluntad.
Hay un aspecto aún más oscuro de las estafas de matanza de cerdos que se revela cuando descubres quién hace realmente el trabajo sucio. Según informa el FBI, estos estafadores de primera línea son a menudo víctimas de la trata de seres humanos:
Los delincuentes se dirigen a víctimas, principalmente en Asia, mediante estratagemas de fraude laboral, publicando anuncios de trabajo falsos en las redes sociales y en sitios web para buscar empleo. Incluyen una amplia variedad de oportunidades, como puestos en soporte técnico, servicio de atención al cliente en centros de llamadas y salones de belleza.
A los solicitantes de empleo se les ofrecen salarios competitivos, interesantes beneficios, gastos de viaje pagados, así como alojamiento y comida. A menudo, a lo largo del proceso, la ubicación del puesto es distinta de la anunciada. Cuando los solicitantes de empleo llegan al país extranjero, los delincuentes usan múltiples medios para coaccionarles y conseguir que participen en estafas de inversión en criptomoneda; confiscan sus pasaportes y documentos de viaje, les amenazan con el uso de violencia y llegan a agredirles.iv
Lo más cruel de las estafas de matanza de cerdos es que son víctimas quienes victimizan a las víctimas.
Mientras tanto, las redes de crimen organizado se enriquecen. Una investigación académica siguió el rastro de 75 300 millones de dólares solo en una red sospechosa de cometer estafas de matanza de cerdos, entre 2020 y 2024.
En EE. UU., el FBI habla de 2570 millones de dólares en denuncias por fraudes de criptomoneda y matanza de cerdos en 2022.vi Como siempre ocurre con estas cifras, muchas de las pérdidas no se denuncian. En realidad, la cifra es mucho mayor. Y aún lo es más si se tienen en cuenta las víctimas de todo el mundo.
Cómo prevenir los ataques de matanza de cerdos
Para que estas estafas funcionen, se necesita ese dossier del que hablábamos antes. Un perfil de la víctima que incluya datos personales desviados de fuentes online. Una medida que puede reducir tu riesgo de convertirte en objetivo es reducir tu presencia en Internet.
Estos son los pasos:
Haz que tus redes sociales sean más privadas. Nuestra nueva privacidad en redes sociales personaliza tu privacidad según tus preferencias. Esta función se ocupa de lo más difícil, ajustando más de 100 opciones de privacidad en tus cuentas de redes sociales con solo unos clics. De esta forma, garantiza que tu información personal solo sea visible para las personas con las que quieres compartirla. Además, la mantiene fuera de los motores de búsqueda, donde el público puede verla. Incluidos los estafadores.
Vigila lo que publicas en los foros públicos. Al igual que en las redes sociales, los estafadores recopilan información de foros online dedicados a deportes, aficiones, intereses y temas similares. Si es posible, utiliza un nombre de usuario en estos sitios para que tu perfil no te identifique inmediatamente. Asimismo, mantén tus datos personales en secreto. Cuando se publican en un foro público, pasan a ser de dominio público. Cualquiera puede verlos, incluidos los estafadores.
Elimina tu información de los sitios de intermediarios de datos que la venden. La limpieza de datos personales te ayuda a eliminar tu información personal de muchos de los sitios de intermediarios de datos más peligrosos. Ejecutar esta función con regularidad permite mantener tu nombre y tus datos alejados de estos sitios, incluso si los intermediarios de datos recopilan y publican nueva información. Dependiendo de tu plan, puedes enviar solicitudes para eliminar tus datos automáticamente.
Elimina tus cuentas antiguas. Otra fuente de información personal son las filtraciones de datos. Los estafadores también utilizan esta información para tener una imagen más completa de sus víctimas potenciales. A pesar de esto, muchos usuarios de Internet tienen más de 350 cuentas online, muchas de las cuales quizá ni saben que siguen activas. La función de limpieza de cuentas online puede ayudarte a eliminarlas. Esta función realiza análisis mensuales para encontrar tus cuentas online y te muestra su nivel de riesgo. A partir de ahí, puedes decidir cuáles eliminar, protegiendo así tu información personal contra filtraciones, y tu privacidad en general.
**No todas las funciones están disponibles en todos los idiomas.
Cómo detener un ataque de matanza de cerdos
Tanto si crees que has sido víctima de este tipo de ataque como si piensas que conoces a alguien que podría serlo, puedes tomar medidas inmediatas para detener un ataque de matanza de cerdos. Lo primero es tomar conciencia. Simplemente tras leer este artículo, sabrás qué son estos ataques y cómo funcionan. Por no hablar de sus terribles consecuencias.
Si crees que has recibido un mensaje sospechoso, toma estas medidas:
Ignóralo.
Es así de fácil. Muchas de estas estafas comienzan por un mensaje de WhatsApp o de texto, lo que significa que el estafador ha conseguido tu número de teléfono en Internet o bien lo ha elegido al azar. En cualquier caso, necesita que respondas a este mensaje. Y a otros que te envíe en el futuro. En muchos casos, el contacto inicial lo realiza una persona y los candidatos viables se transfieren a estafadores más experimentados. Conclusión: no interactúes con personas que no conoces. No hace falta que respondas con “Lo siento, te has equivocado de número” ni nada parecido. Ignora estos mensajes.
Cuando un desconocido que acabas de conocer en Internet te hable de dinero, piensa que es una estafa.
Hablar de dinero es un signo inmediato de estafa. En el momento en que una persona a la que nunca has conocido cara a cara te pida dinero, pon fin a la conversación. Tanto si te piden dinero, transferencias bancarias, criptomonedas, giros postales o tarjetas regalo, di que no. Y con las estafas de matanza de cerdos, nunca sigas sus indicaciones para hacer una inversión concreta con herramientas específicas. Con ello solo se desvía dinero hacia las arcas de la red de estafadores.
Termina la conversación.
Puede que digas que no y que el estafador se retire, pero vuelva a sacar el tema más adelante. Esta es una señal para terminar la conversación. Esa persistencia es señal inequívoca de estafa. Es cierto que esto puede ser mucho más fácil de decir que de hacer, como dice el refrán. Los estafadores se cuelan en la vida de sus víctimas. Es posible que haya en juego una amistad o un romance en ciernes. Pero eso es lo que los estafadores quieren que pienses. Juegan con las emociones. Por difícil que sea, pon fin a la relación.
Habla con amigos o familiares de confianza. Y ten cuidado con ellos también.
A veces hacen falta más ojos para detectar a un estafador. Las conversaciones con los estafadores no siempre tienen sentido. Hablar de las personas que has conocido en Internet con alguien de confianza puede ayudarte a descubrirlo. Los estafadores mueven hilos de todo tipo para engañar a sus víctimas, por lo que hablar con un amigo, o incluso mostrarle los mensajes, puede mejorar tu percepción de la realidad.
Si conoces a alguien a través de Internet, tómate las cosas con calma
Por muy alarmantes que parezcan los casos de matanza de cerdos, no todas las personas que conoces online pretenden aprovecharse de ti. Por cada “Jessica” que haya por ahí, encontrarás muchas más personas auténticas que realmente quieren entablar una amistad contigo. Sin embargo, ante el aumento de estas estafas, nosotros también debemos subir la guardia.
Siempre ha sido un buen consejo ser cautos en las relaciones online. Los estafadores llevan mucho tiempo aprovechándose de las personas que no dudan en proporcionar rápidamente sus datos personales y entregar su confianza. Como con cualquier estafa basada en la confianza, elige a gente que quiera tener una videollamada contigo, quedar en persona en un lugar público o que te dé la oportunidad de ver que es alguien auténtico. Y no una “Jessica”.
Reconoce las señales de una estafa cuando las veas. Y si asoman, obra en consecuencia.
[ii] https://www.ic3.gov/Media/Y2023/PSA230522
[iii] https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=4742235
[iv] https://www.ic3.gov/Media/Y2023/PSA230522
[v] https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=4742235
[vi]https://www.ic3.gov/Media/PDF/AnnualReport/2022_IC3Report.pdf